Un día como hoy hace 71 años un hombre llamado Eugenio Garza Sada junto con una asociación civil regiomontana dio vida a una institución académica que hoy día ha ofrecido más de 211 mil 486 títulos profesionales y sigue preparando a más de 98 mil 935 alumnos en toda la República Mexicana.
Una institución cuya Misión es formar personas integras, éticas, con una visión humanística y competitivas internacionalmente: nuestra Alma Mater, el Tecnológico de Monterrey. El año pasado cumplimos otra
década de ser azules y blancos, motivo de una celebración que involucró la participación de alumnos de los 31 campus de la República y reunió a muchas personas que alguna vez pasaron por las puertas del TEC; un evento sin comparación que resultó en una noche inolvidable para las más de 36 mil almas que asistieron al evento.
Como motivo de un año más de vida de nuestra institución, el viernes 5 de septiembre, el Tecnológico de Monterrey preparó un convivio para toda la familia TEC. Aroma de chilaquiles y un ambiente de celebración se podían percibir desde lejos. Muchos alumnos estaban entusiasmados, esperando escuchar las palabras de nuestro Rector, el profesor David Noel Ramírez Padilla, cuyo discurso, breve pero certero, se puede resumir en lo siguiente: Hoy se cumplió un año más de vida del TEC pero, ¿qué significa esto? Significa que cumplimos un año más de innovar y transformar a nuestro país para un futuro mejor, pero nada de esto se pudo haber logrado sin los emprendedores que nos precedieron. Por eso hoy cumplimos un año más de decir gracias a todas las personas que en el pasado lucharon para que hoy estuviéramos
aquí. En este presente cuya única manera de vivirlo es apasionadamente y con las esperanzas puestas en un mejor futuro; uno en el cual todo lo que hicimos, hacemos y haremos dará frutos para el beneficio de todos.
Después del discurso del Rector y de varias personas más que dieron testimonio de lo grande que es nuestra casa de estudios, se procedió a la celebración. Se partió el pastel, formado por cientos de cupcakes que en conjunto formaban el logo del 71 aniversario del TEC. Después de que nuestras autoridades lo probaron, pasaron con los chefs a menearle a la cazuela de los ¡chilaquiles!
Fueron varios minutos de deleite para ellos y para los invitados, en los cuales todos pudieron darse un tiempo degustar la comida, convivir con los amigos y celebrar un año más de gratitud, pasión y esperanza. Un año más de ser y hacer del TEC una de las mejores instituciones educativas de nuestro presente.
*Artículo publicado en el ejemplar #56 Septiembre, 2014